Las técnicas de construcción únicas utilizadas para realizar estos elementos son las mejores de Japón, transmitidas de generación en generación desde los artesanos del pasado que las utilizaron para crear la famosa puerta Yomeimon en el santuario Toshogu de Nikko, además de otras obras famosas.
Después de un meticuloso proceso de selección, estos santuarios portátiles se montan prácticamente en su totalidad sin usar clavos. Igual que sus homólogos sintoístas del Período Edo (1600-1868), son complejos y robustos a la vez que logran una impresionante y espléndida belleza.
Masaji Ogawa
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